(Ap. 6:1) Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. {2} Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo para vencer.
v. 1 - Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos - Jesús abre los sellos después de la adoración de la creación, pero especialmente la de la iglesia. Juan mira con anticipación cuando el Cordero abre el primer sello. Jesús abre los sellos pero no el libro; la apertura de los sellos es preliminar a la apertura del libro. Jesús abre los sellos para permitirnos ver el curso futuro de la historia, la que no está oculta de los santos (1:1, 22:6, 10). Dios le ha confiado a Jesús revelar el curso futuro de la historia de Su iglesia (cf. 1:1 y "el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía" 19:10). Debemos notar el hecho que el Cordero abre los siete sellos, lo cual significa que está en control general de los eventos representados en los siete sellos, lo que debería ser tremendamente consolador para la iglesia.
v. 1 - y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira - Cada uno de los cuatro seres vivientes presenta los primeros cuatro sellos. El trueno enfatiza la orden: ¡Ven!, que llama a escena al primer caballo. Note que la apertura de los sellos no es pasiva sino que trae a escena eventos de la historia humana.
v. 2 - Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo para vencer - El primero de los cuatro jinetes del Apocalipsis. Esta imagen está tomada de Zacarías (Zac. 1:8, 6:1-8) en donde hay cuatro carros tirados por caballos de distintos colores; estos son los cuatro espíritus del cielo que salen de estar en la presencia de Dios a todo el mundo. Los cuatro caballos cubren cada dirección de la brújula. Es decir, afectan a toda la tierra. Algunos ven en el jinete del caballo blanco el mismo jinete que en Ap. 19:11, es decir Cristo (ver Hendriksen). Esto no es seguro; el jinete en 19:11 tiene una espada y éste tiene un arco. El arco es más probable que sea el de los partos, que eran los únicos arqueros montados del mundo antiguo. Se le dio una corona. ¿Es probable que se refiera a Cristo, quien tenía muchas coronas? (ver 19:12, pero ver comentario sobre 14:14). La corona aquí es la corona del vencedor (gr. stephanos), a diferencia de la corona real (diadema). La corona del vencedor es apropiada para alguien que sale para conquistar. La corona no el mismo tipo de corona que usa la bestia (13:1) o que usa Cristo en 19:12. Ambos usan la corona real (diadema), aunque el "Hijo del Hombre" en 14:14 usa la corona del vencedor.
El cuarto caballo resume a los primeros tres y es claramente malvado. El primer caballo significa el deseo de conquistar que es normalmente la razón de la guerra, el próximo sello y del hambre (tercer sello). El cuarto sello describe la muerte por espada, hambre, enfermedades y fieras de la tierra. También debe notarse que el sexto sello de la ira del Cordero cae sobre reyes, príncipes, generales y (hombres) poderosos, entre otros, que son responsables de la guerra. Ap. 19:18 también describe los reyes, generales, hombres poderosos, caballos y sus jinetes y el resto cuya carne comían las aves en medio del cielo. Los cuatro caballos cubren las cuatro direcciones de la brújula; son una unidad, así como las primeras trompetas y copas afectan a toda la tierra. Los primeros cuatro sellos son presentados por los seres vivientes; los restantes, no. El primer jinete que representa la conquista es la lectura más directa del texto, aunque el hecho que esté montado en un caballo blanco trae algunos problemas para esta interpretación. Pero Juan puede estar pensando simplemente en Zac. 1:8, 6:3 que tienen un caballo blanco. Otros argumentan que Cristo no puede ser comandado por criaturas celestiales, así que el jinete debe ser la conquista de la palabra de Dios, como fue profetizado por Cristo (Marcos 13:10). Sin embargo, ver 14:15 donde a uno semejante al Hijo del Hombre se le dice siegue. Hay al menos un versículo en donde la flecha es comparada a la palabra de Dios: "Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba" (Is. 49:2).
Grimsrud argumenta que el caballo blanco significa guerra triunfante porque los cuatro jinetes representan a la guerra y sus males consecuentes: guerra, lucha, hambre y enfermedad, y hace el siguiente comentario: "Conquista es usado 11 veces en el libro aludiendo a la conquista por el testigo fiel (una vez en cada una de las siete cartas, en 5:5 para el Cordero, y en 12:11 y 15:2 de los siervos fieles). Tres veces se refiere a la conquista por violencia (aquí, en 11:7 donde la bestia mata a los dos testigos, y en 13:7 donde la bestia guerrea contra y conquista a los santos). En todos los pasajes de "conquista", Cristo y sus seguidores conquistan muriendo; Satanás y los poderes malignos, matando."
Johnson identifica al jinete sobre el caballo blanco con el anticristo y sus fuerzas que buscan conquistar a los seguidores de Cristo. Cada uno de los cuatro sellos, entonces, representa el conflicto dirigido hacia los cristianos para probarlos y separarlos de los falsos discípulos (v. 10). Sigue diciendo que esta interpretación no elimina necesariamente el hecho de que los sellos también pueden referirse a los juicios sobre la humanidad en general. Pero, como el quinto sello enfatiza el clamor de los cristianos martirizados, tal vez el pensamiento de la persecución cristiana pertenece también a los primeros cuatro sellos. Cada uno de ellos desata eventos que separan a la fe falsa de la verdadera. La destrucción de Jerusalén es un punto en cuestión (Lc. 21:20 ff.). El caballo blanco sale para conquistar, y al hacerlo, el juicio cae sobre la incredulidad de Israel (Lc. 21:22-23), y a la vez está la prueba de los creyentes para separar la paja del trigo (cf. Lc. 21:12-19).
Hay quienes ven al primer jinete como la conquista en general y el anticristo en particular (Preacher's Outline & Sermon Bible) y que dicen lo siguiente:
- Es el engañador, y por lo tanto aparece de blanco (Mt. 24:5, 2 Tes. 2:11)
- La corona que usa es diferente de la corona usada por Cristo en Ap. 19. Es la corona del conquistador (stephanos) y no la corona real de un rey (diadema). Sin embargo, note que el que es "semejante al Hijo del Hombre" y que está sentado sobre una nube lleva la corona (stephanos) de oro sobre su cabeza (14:14)
- El arco simboliza la conquista. En el AT es siempre un símbolo de poder militar (Sal. 46:9, Jer. 51:51, Os. 1:5)
- Para ser consistente, un debería relacionar a este jinete con los otros tres, que aparecen como destructivos
- Note que este jinete ya tiene el arco, pero se le da la corona y sale para conquistar; por lo tanto es un falso Cristo
- a. Este jinete tiene un arco pero Cristo no tienen un arco; un arma de guerra no es parte de su ser
- b. A este jinete se le da una corona, pero a Cristo no se le da una corona. Él fue coronado, ya sea por toda la eternidad o en Su ascensión
- c. El jinete sale para conquistar, pero Cristo siempre ha estado conquistando los corazones de los hombres. Este jinete que sale para conquistar es uno que ya tienen un arco y se le da una corona en algún punto del tiempo. Desde ese momento sale para conquistar (cf. el pequeño cuerno en Dn. 7; el hombre de pecado y la bestia y el gobernante del Imperio Romano restaurado de Ap. 13; la abominación de la desolación de Mt. 24:15)
Sin embargo, interpretar al primer jinete como Cristo conquistando a las naciones está más en armonía con todo el libro. Si el jinete es Cristo, entonces la conquista es el evangelio, los mártires que vemos en el quinto sello están ahí como resultado de la persecución que surge por la conquista del evangelio. El argumento de Hendriksen a favor de que Cristo es el jinete es como sigue:
- En 5:5 Cristo es retratado como el que ha triunfado
- El color del caballo es blanco. Este color está asociado con lo santo y lo celestial. Por ejemplo, vestiduras blancas, nube blanca, trono blanco, piedra blanco, etc. Por lo tanto el jinete no puede ser el diablo sino el anticristo
- El jinete lleva una corona, lo cual armoniza con 14:14 donde Cristo lleva una corona de oro
- La palabra conquista o vence (gr. nikao) se refiere, con dos excepciones (11:7, 13:7), a Cristo o a los creyentes (ver 3:21b). Compare Juan 16:33 con Ap. 3:21b. Ver también Ap. 5:5 y 6:2.
- Compare el jinete sobre el caballo blanco aquí con el jinete sobre el caballo blanco en 19:11 quien claramente es Cristo. En 5:5, Cristo conquistó en la cruz; en 6:2 está conquistando ahora por medio del evangelio; y en 19:11 va a conquistar en el gran día del juicio, que es la razón por la que lleva muchas coronas.
- La idea de un Cristo conquistador está en armonía con el propósito del libro (ver arriba v., y 1:13 ff., 2:26, 26, 3:21, 5:5, 6:16, 11:15, 12:11, 14:1 ff., 14:14 ff., 17:14, 19:11. Note especialmente 17:14, "Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles".
- El jinete sobre el caballo en 6:2 está en armonía con Mt. 10:34 en donde dice que no ha venido para traer paz sobre la tierra sino espada, refiriéndose a la persecución. El jinete sobre el caballo blanco es seguido por el jinete sobre el caballo bermejo que lleva una espada, y el quinto sello ve las almas de los mártires debajo del altar
- Compare con Sal. 45:3-5. Ver también Heb. 1:18 que cita este salmo, donde el jinete es el Hijo
- Compare con Zac. 1:8 ff. Ver también Hab. 3:8, 9, Is. 41:2
Para resumir el primer jinete y su relación con los otros sellos, hay cuatro puntos de vista:
- a. El primer jinete representa el deseo de conquista y, como tal, forma parte integral de los cuatro jinetes quienes son todos malvados y están resumidos en el cuarto jinete. La conquista trae con ella la guerra, hambre y muerte. Sin embargo, el color blanco normalmente se asocia con el bien y no con el mal, pero puede indicar victoria (Lenski). El jinete lleva la corona del vencedor
- b. Un paso más allá es decir que el jinete es el anticristo que trae el caos y la miseria sobre el mundo, como está indicado por los jinetes segundo, tercero y cuarto, y el quinto sello muestran la persecución resultante de los cristianos por el anticristo, seguido por el sexto sello que representa el final, cuando Cristo vuelva.
- c. El primer jinete es Cristo que conquista por el poder del evangelio y los otros sellos, del 2 al 5, representan las diversas formas de persecución que resultan de la proclamación del evangelio del primer sello. Es tal vez apropiado que Jesús, que es el principio y el fin, aparezca sobre un caballo blanco tanto al principio como al final de las visiones sobre el futuro.
- d. El primer jinete es la palabra de Dios (ver Lenski). Esto nuevamente armoniza con el jinete sobre el caballo blanco en el capítulo 19, cuyo nombre es la Palabra de Dios, y también con Mt. 24:14 y el modelo de Mateo 24 de interpretación de todas los sellos (ver comentarios después de 6:8). El evangelio es predicado, y al mismo tiempo hay guerra, hambre y muerte por diversas causas. Este punto de vista tiene el mejor sentido en términos del propósito de Apocalipsis, porque la persecución surge a causa de la palabra de Dios, como está indicado por los mártires del quinto sello que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios (6:9). Considere los dos testigos que son muertos porque profetizan (11:7) y los decapitados por la palabra de Dios (20:4). En Is. 49:2 el profeta Isaías se compara con una saeta bruñida oculta en la aljaba del Señor que, en el contexto del versículo que se refiere también a su boca como una espada aguda, debe ser la palabra de Dios. Considere que los ejércitos del Señor, que son los santos (ver 17:14), así como Cristo, también montan caballos blancos (19:14) y es mediante esto que es predicado el evangelio. Finalmente considere que el evangelio también va por toda la tierra en las cuatro direcciones cardinales al igual que la guerra, el hambre y la muerte.
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